Entrenamiento funcional: Progresar sin lesionarnos.

El entrenamiento funcional, tipo crossfit, que se están popularizando desde hace un tiempo por Europa y que están bastante asentados ya en Estados Unidos, son un método de entrenamiento muy eficaz. Tanto para perder grasa, porque tienen un alto componente aeróbico, al hacer los ejercicios en circuito y limitar el tiempo de descanso entre series. Y de acondicionamiento físico y muscular: Por combinar ejercicios de fuerza en rutinas dirigidas a todo el cuerpo.

Aunque este tipo de entrenamiento esta dirigido a cualquier tipo de personas, desde sedentarios hasta personas bastante entrenadas. Esto es posible porque combina una gran cantidad de disciplinas, pudiendo coger lo que más nos interese de cada una, e ir adaptándolas a nuestras necesidades y a nuestros progresos. Y es precisamente esa gran cantidad de técnicas y disciplinas las que convierten al entrenamiento funcional en un arma de doble filo. Tenemos que hacer una progresión adecuada para evitar lesionarnos.

Una progresión demasiado rápida, sin haber aprendido bien la técnica de los movimientos básicos, con pesos excesivos o por intentar batir una marca o a un compañero (principal problema del Crossfit) es ir directos a por una lesión.

Progresión en el entrenamiento funcional:

Una programa de entrenamiento funcional tiene que estar estructurada de forma que se pueda ir aprendiendo los ejercicios sin riesgo. Introduciéndote en estas rutinas poco a poco y con una progresión lógica y contante.

1ª fase: Movimientos básicos y acondicionamiento físico.

En esta primera fase los tiempos, pesos, marcas y cualquier tipo de evaluación de este tipo tendrían que pasar a un segundo o tercer plano. Esta fase es la principal para aprender la técnica de los movimientos y ejercicios básicos, que será totalmente imprescindible para poder hacer las rutinas más complicadas de movimientos complejos con seguridad en las siguientes fases cuando estemos cansados y con nuestros músculos destrozados.

También nos vale para preparar el cuerpo para sesiones esas sesiones intensas, donde sí nos esforzaremos al máximo, con la seguridad de tener una muy buena base, tanto física como técnica.

2ª fase: Evolución en los movimientos y en la exigencia física.

En la segunda fase empezaremos con movimientos complejos que serán una evolución, variación o combinación de los anteriores, pero que necesitamos más habilidades motoras y/o fuerza para hacerlas con una técnica buena para evitar lesiones.

Es el momento de empezar a contar repeticiones, tiempos, pesos… Aquí empezaremos a exigirnos a nosotros mismos. Sin esfuerzo no hay progresos.

3ª fase: Rutinas complejas y de gran exigencia física.

Esta tercera fase es la del entrenamiento, donde podremos hacer cualquier rutina a un alto nivel con la seguridad de no sufrir lesiones porque tendremos una muy buena base técnica a la hora de hacer los movimientos y también una muy buena base física y muscular.

Esta tercera fase se podría extender de manera indefinida, Solo tendríamos que buscar nuevas rutinas, subir la intensidad con técnicas de alto rendimiento, superar nuestros registros o los de otros.

Conclusión:

El entrenamiento diferencial es una muy buena opción para estar en forma, siempre que se haga con una progresión correcta. De nada vale coger las rutinas de los últimos crossfit games si antes no sabemos como hacer una sentadilla, un peso muerto o un burpee correctamente. O no se tiene la fuerza necesaria para hacerlo.

Un saludo y felices agujetas.

Via: breakingmuscle.com

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