Antes de contratar un entrenador personal, hay cinco preguntas importantes que debes hacerte primero.
Estas son cosas que debes considerar antes de apuntarte en un gimnasio, empezar un entrenamiento personalizado, contratar a un entrenador o preparador físico, o pagar a un programador personalizado.
Hazte estas 5 preguntas antes de contratar un entrenador personal y evitarás muchos problemas, perdidas de tiempo y de dinero. Tanto por tu parte como por parte del entrenador personal.
Y si después de responder a estas preguntas quieres los servicios de un entrenador personal, en Gimnasios.fitness tienes un directorio especializado con todos los entrenadores personales y gimnasios de España.
# 1: ¿Puede pagar el servicio en cuestión?
Antes de seguir leyendo, debes preguntarte si puedes permitirte el entrenamiento personal, la programación, el coaching o cualquier servicio que sea.
Ten en cuenta cualquier tarifa de gimnasio adicional o existente que tengas o puedas necesitar, el costo de cualquier cambio en tu dieta y nutrición, y desplazamientos (si son necesario).
Informate bien antes de contratar un entrenador personal, aunque sea un entrenador personal online gratis, si necesitas algún equipamiento especial. Ya puede ser material de entrenamiento si entrenas en casa o ropa, accesorios… Lo que sea.
Recuerda que estos son costes adicionales además de lo que te cobre el entrenador personal.
Si no puede pagar los requisitos mínimos, es probable que no pueda completar el entrenamiento o la dieta de manera correcta. Y eso no es problema de que el entrenador sea malo o tú no te esfuerces. Eso es simplemente que no puedes permitirte “ese” entrenamiento en concreto.
¿Por qué contratar un entrenador personal?
Más importante aún es comprender por qué está pagando. Está contratando a alguien para obtener una ventaja que no tenías o no podrías tener sin sus conocimientos y experiencia.
Para la mayoría de las personas, contratar a un entrenador personal, presencial u online, se considera un lujo.
Pero es como todo en esta vida. Yo tengo un coche y me gusta conducir. Sé algo de mecánica. Pero pago a un profesional para que lo arregle.
¿Por qué? Pues porque no quiero aprender mecánica a nivel profesional y no quiero comprarme las herramientas necesarias. Alquilo sus conocimientos, experiencia y materiales.
Tenga en cuenta que cualquier programa bueno y eficaz requiere tiempo, por lo que los entrenadores personales y sus programas de entrenamiento van a necesitar un tiempo de ajuste.
Tanto para que tú te ajustes al programa de entrenamiento como para poder ajustar el programa de entrenamiento a ti.
Piensa que puedes tener que pagar a un entrenador personal varios meses antes de que todo vaya rodado y se empiecen a ver mejoras de verdad.
# 2: ¿Tienes el tiempo necesario que un entrenamiento personalizado necesita?
Puede que necesites más tiempo que antes para entrenar. Y estoy suponiendo que ya entrenas. Porque si no entrenabas antes vas a tener que hacerlo. Y ese tiempo va a salir de tu tiempo libre.
No creo que puedas dejar tu trabajo para entrenar. Yo no puedo.
Puede que tu dieta tenga que cambiar, poco o mucho dependiendo de tu dieta actual.
Esto quiere decir que puede que tengas que pasarte más tiempo yendo a comprar productos frescos y menos pizzas congeladas.
Puede que tengas que dedicar más tiempo a preparar comidas. Eso te lleva más tiempo que tirar la pizza congelada al horno.
Puede que ya no puedas comer lo mismo que los amigos cuando sales por ahí o como poco no tantos días como lo hacías antes.
El que algo quiere algo le cuesta
Quieres verte mejor y eso tiene un precio. Y no solo económico.
Tendrás que hacer cambios. Unos serán fáciles y no te supondrán más tiempo. Pero otros sí, y tienes que saber que van a llegar y que van a ser importantes.
De nada vale entrenar bien si no se come bien. De nada vale comer bien si no se descansa bien y de nada vale descansar bien si no se entrena bien.
¿Puedes encajar eso en tu vida actual? Pues piensalo antes de meterte en contratar un entrenador personal.
# 3: ¿Tiene expectativas realistas para tu entrenamiento personal?
Ya has comprobado que puedes permitirte pagar un entrenador personal y todos los gastos que puede llevar consigo.
Ya has mirado tu agenda y tienes claro que parte de tu tiempo se va a ir en ese entrenamiento personal que quieres seguir.
¿Qué esperas conseguir con ese entrenador personal? ¿Son objetivos realistas o te has flipado muy fuerte?
Porque hay gente que lleva 20 años siendo una patata de sofá y de repente salta y dice: “el mes que viene voy a hacer el IronMan que organizan en mi pueblo”.
Ni el mejor entrenador del mundo asociado con el farmacéutico del pueblo hacen que tú termines.
Por no mencionar el mismo patata de sofá que te llega con una foto del culturista profesional de moda, ese mismo culturista que lleva más de 10 años dedicados en cuerpo y química a los hierros, y te dice que se quiere poner así.
Esos mismos, después de 2 meses de entrenar poco y mal, de saltarse la dieta casi a diario y dormir 3 horas al día van diciendo: “es que ese entrenador personal no es bueno”.
Objetivos realistas para resultados reales
Informate primero, déjate aconsejar después y finalmente toma la decisión de contratar un entrenador personal o no.
Pero ten en cuenta que puede que oigas cosas que no te gustan. Estoy seguro que un profesional con cierta clientela no te va a mentir solo por sacarte un par de meses de entrenamiento.
Si es un profesional del entrenamiento físico ya sabrá que esa posible “mala publicidad” que le puede dar un cliente insatisfecho por unos objetivos irreales no le compensa.
# 4: ¿Estás dispuesto a comprometerte?
Lo que los entrenadores personales entienden cuando contratas sus servicios es: «Confío en ti y me comprometo plenamente con tu experiencia, tus consejos y el programa que diseñas para mí».
Te puedo decir por propia experiencia que es una gran sensación cuando ayudas a alguien a verse mejor, a estar mejor, a conseguir sus metas y poner metas más ambiciosas.
Es una sensación genial que motiva al entrenador personal a seguir trabajando y aprendiendo para poder ayudar más y mejor a sus clientes.
Por otro lado, cuando sabes que alguien no está siguiendo el programa de entrenamiento personalizado que le has puesto o no está siguiendo la dieta marcada, pero te sigue diciendo que sí que lo hace es frustrante.
Frustrante porque es un trabajo que sabes no va a servir para nada y debes intentar adivinar que es lo que no hace para poder ayudar a esa persona.
Falta de compromiso o excusa
Hay veces que esta falta de compromiso es por no haber respondido con total sinceridad a las preguntas anteriores. Si no puedes permitirte todo lo que un entrenamiento personalizado necesita, si no tienes el tiempo suficiente para cumplir con todo o tus objetivos están fuera de tu alcance con la forma física que tienes ahora mismo, ese compromiso necesario no se va a dar.
Pero hay personas que solo quieren contratar los servicios de un entrenador personal como excusa para hacer lo que les dé la gana y culpar a ese entrenador personal por no conseguir sus objetivos.
# 5: ¿Eres entrenable?
Un entrenador personal te va a decir, o como poco aconsejar, cómo debes entrenar, cómo debes comer, descanso, recuperación… De alguna manera va a cambiar tu vida.
Ya no vas a poder ponerte fino a comer guarradas, vas a tener que pasar mucho tiempo entrenando de la manera que esa persona te diga y te van a doler músculos que ni siquiera sabías que tenías.
Si tú toda la vida has entrenado pecho/bíceps los lunes, porque todo el mundo sabe que los lunes son el día de pecho/bíceps. Si tu toda la vida has comido pizzas porque “a mi las pizzas congeladas me sientan bien”. Y no piensas cambiar. ¿De verdad quieres un entrenador personal?
Yo sé que no mejoro más porque me entreno a mi mismo. Somos muy malos para hacer cosas para nosotros mismo. Yo mando entrenamientos que funcionan y cuando me veo en la misma situación no siempre me los aplico.
Pero cuando me he decidido a contratar un entrenador personal he confiado en esa persona al 100%.
Un saludo y felices agujetas.