Objetivos cambiantes: efecto veleta o efecto yoyó

A ver, el tema de tener un objetivo y ser fiel a él no es nuevo si llevas un tiempo leyendo este blog. Tener los objetivos claros desde el principio es lo mejor para poder progresar. Más rápido o más lento, pero progresar.

Aquí tienes el podcast: “Objetivos cambiantes: efecto veleta o efecto yoyó”

Objetivos cambiantes: efecto veleta o efecto yoyó

Este es un fenómeno curioso que nos pasa a todos, o casi a todos. Aquí me incluyo yo mismo. Es cuando empezamos un entrenamiento con un objetivo en mente. Por poner un ejemplo: “voy a ganar músculo”.

Las primeras semanas te ciñes al plan de entrenamiento. Vas haciendo las rutinas y la dieta y, ¡oh, sorpresa! La cosa funciona y tienes resultados.

Pero de repente te pasa algo raro, la cosa funciona pero no terminas de estar bien del todo. Te miras al espejo, normalmente el problema es el espejo, y todo cambia.

Cambiando el objetivo del entrenamiento

No sabes por qué, pero algo está fallando. No tienes los resultados que tú querías.  Pero la rutina está bien y la dieta también. Vas cogiendo músculo.

La cosa anda bien pero tú esperabas otra cosa. Ya no se te ven las venas tan marcadas, los abdominales no están tan bien dibujados y ya no te ves igual.

El caso es que sí que estás más grande, has ganado músculo, pero algo de grasa también (cosa normal en una fase de volumen). Pero eso no te gusta.

Recalculando objetivos

Es hora de virar, cambiar objetivos. Cambiar el plan de entrenamiento y la dieta. Ahora el nuevo objetivo va a ser bajar el porcentaje de grasa corporal.

Ya has acabado la fase de volumen, planteada en principio a 3-4 meses, pero que con un mes y medio as decidido que era suficiente. Te estabas tapando.

Ahora empiezas la fase de definición. Vas a quitarte esa grasita que has cogido en la “fase” de volumen que has hecho.

Objetivos nuevos, antes de conseguir los primeros

Bien, ya tienes tu rutina de definición con su dieta a juego. Te pones a entrenar con ganas. Y ¡oh, sorpresa! Tienes resultados.

Pero de repente te pasa algo raro, la cosa funciona pero no terminas de estar bien del todo. Te miras al espejo, normalmente el problema es el espejo, y todo cambia. (Sí, he copiado lo del párrafo de arriba).

Vas perdiendo grasa, eso es lo que tú querías ¿no? Volver a tener algo de vascularidad, volver a marcar abdominales… Pero te ves con menos tamaño. Has perdido algo de volumen (normal en una fase de definición). Pero eso no te gusta.

Vuelta a empezar. Efecto veleta o efecto yoyó

Y este es el efecto yoyó, cuando empiezas a tener resultados, te fijas más en lo que pierdes que en lo que ganas. Y eso es un problema.

El problema es parar una fase antes de llegar a tu objetivo, sea cual sea. Y sobre todo pararlo, no por datos objetivos, sino por cuestiones subjetivas.

Y es que no hay nada más subjetivo y cambiante que el como te ves en el espejo. Y entiende que no es el como estás, sino el como te ves. Porque depende de como te levantes o como te dé el aire ese día te verás mejor o peor.

Cuando está justificado cambiar los objetivos

Solo está justificado el parar una fase, sea la que sea, volumen, definición, ganancia de fuerza… Solo está justificado cuando los datos objetivos así lo dicen.

¿Qué datos objetivos son eso?

  • Pues algunos como tener un estancamiento. Si no progresas hay que cambiar. Aunque se debería cambiar el entreno y/o dieta, no el objetivo.
  • Que no compensen las ganancias con las perdidas. Que ganando músculo o ganando fuerza, la cantidad de grasa se dispare. O que en fase de definición pierdas demasiado músculo y/o fuerza.
  • Que hayas llegado a tu objetivo marcado. Esta es fácil de ver, pero si llegas antes de tiempo a tu objetivo puedes plantearte el seguir o no. Aquí aplicaríamos los puntos anteriores. Compensa, sigue. No compensa, para.

No seas un veleta y se fiel a tus objetivos marcados

Solo me queda decirte que seas fiel al plan de entrenamiento y dieta marcados. Puede que tengas que retocarlos o incluso cambiarlos si no dan resultados. Pero el problema no tiene que ser el objetivo.

Ten paciencia y haz sacrificios. En una fase de volumen o de ganancia de fuerza es inevitable el coger algo de grasa. Asúmelo, es así. Solo debes tenerlo controlado, y que no se te vaya de las manos.

También en una fase de definición te vas a llevar algo de músculo y tus marcas van a bajar algo. Pues lo mismo que antes, asúmelo y controla que no sea demasiado.

Todo progreso necesita etapas menos brillantes

No siempre se puede estar al 100%. Hay momentos en los que estarás fuera de forma. Cualquier atleta pasa por eso. Tú no vas a ser menos.

Si no completas una etapa de volumen, no ganarás la suficiente masa muscular como para que en la fase de definición, cuando pierdas algo de músculo, te quede suficiente.

Si no terminas la definición porque te ves pequeño, cuando empieces la de volumen, te verás con mucha grasa enseguida. Por una razón muy simple, ya has empezado con un % mayor que el que deberías.

Si aun no has llegado a las marcas que te has propuesto y empiezas a comer menos para no ganar algo de grasa, pues no vas a subir tus marcas. Eso es así. Y punto.

Cualquier duda o pregunta dímelo con el formulario de contacto.   Un saludo y felices agujetas.

¿Quieres el cuerpo que te mereces?