No luches contra tu propio cuerpo si quieres conseguir mejorar

Te voy a contar una lección sobre el entrenamiento, tratar de conseguir tus objetivos, esfuerzo invertido y resultados obtenidos. Esta es una de esas lecciones vitales que me a costado mucho aprenderla.

Me a costado mucho tiempo, casi 20 años que empecé a entrenar y preocuparme por saber más. Me a costado mucho esfuerzo, mucho trabajo, muchos entrenos duros y dietas estrictas. Me a costado mucha frustración y ganas de abandonar. Me a costado mucho, sobre todo para tener unos resultados mediocres.

Aquí puedes escuchar el podcast: “No luches contra tu propio cuerpo si quieres conseguir mejorar

Me a costado mucho dejar de luchar contra mi cuerpo

La lección que yo he aprendido y que quiero que tu lo aprendas antes de que pase tanto tiempo es que no se puede luchar contra tu propio cuerpo. Puedes intentar mejorar tu cuerpo, es algo que deberías estar haciendo ya mismo. Tienes que entrenar, cuidar tu alimentación, suplementarte bien y descansar lo suficiente. Todo esto es fundamental.

Hay que intentar superarse a uno mismo cada día. Ser mejor que tu yo de ayer. Tienes que conseguir ser la mejor versión de ti mismo/a. Pero seguir siendo tu mismo/a.

Yo he pasado muchos años intentando conseguir algo para lo que mi cuerpo no está diseñado. He invertido mucho tiempo y mucho sacrificio en querer cambiar mi cuerpo. Pero mi cuerpo no quería cambiar. Mi cuerpo se resistía a cambiar. ¿No se si a ti también te pasa lo mismo? Es una sensación de impotencia muy grande. Ves en las redes sociales fotos de gente que tiene un cuerpo perfecto, y tú, por más que te esfuerzas, no lo consigues.

El coste de oportunidad

Esto es un concepto que se maneja mucho en los negocios. No es otra cosa que saber que cuando hacemos una cosa, estamos dejando de hacer otra. Si hago algo, lo que sea, por lógica no puedo hacer otra. Y esto en los negocios se aplica para poder hacer lo que más beneficio nos pueda dar.

Si las peras son más caras que las manzanas, pues vendo peras. Pero si para vender peras tengo que invertir una cantidad muy grande en tiempo, esfuerzo y dinero. Puede que sea mejor que venda manzanas que casi no me cuesta conseguirlas.

¿No se si me explico bien? Puede que piense en montar un negocio, y que ese negocio me pueda dar mucho dinero. Pero si no soy bueno en eso y para llevar a cabo ese negocio tengo que trabajar 14 o 15 horas al día 6 días por semana y no tener vacaciones, no se si es tan buen negocio.

Puede que me compense más trabajar en algo que sí soy bueno, que lo hago con facilidad y que además disfruto haciendo. Tengo que trabajar menos horas y menos días porque como no me cuesta hacer el trabajo tengo buenos resultados. Es un trabajo fácil en el que no me cuesta tener beneficios.

El coste de oportunidad en el ejercicio físico

¿Y todo esto que tiene que ver con ir a entrenar? Pues el concepto es el mismo. Yo me pasé muchos años intentando conseguir un objetivo con mi cuerpo, que mi cuerpo no quería.

Invertí 2-3 horas de gimnasio cada día, más 45 minutos de cardio por la mañana. Todo eso 5 o hasta 6 días por semana. Arroz, pollo y poco más. Todo muy bien pesado, que no se escape ni un gramo de más. Suplementos, todos los que podía pagarme. Y de los caros, que no sea por falta de “calidad”.

¿Tuve cambios? Sí. ¿Grandes cambios? NO. No para la cantidad de esfuerzo, tiempo y dinero que estaba metiendo.

Sí que conseguí ganar músculo. Pero en el gimnasio había gente que haciendo menos de la mitad estaba más grande y más definido. Y yo no estaba tan grande, y para nada definido.

Y encima, cuando tenía algún problema y no podía seguir ese ritmo, en un mes escaso, bajaba 2 o 3 kilos. Y ese ritmo era difícil de llevar.

Tenía una pelea constante con mi propio cuerpo por convertirlo en algo que mi cuerpo no quería ser. Quería ser la mejor versión de mi mismo, pero dejando de ser yo mismo.

No luches contra tu cuerpo, lucha con tu cuerpo

Ahora ya han pasado muchos años y poco a poco voy aprendiendo a saber que es lo que mejor se me da. Voy escuchando a mi cuerpo y me voy dejando llevar, me voy dejando guiar.

Ahora tengo un coste de oportunidad más bajo. Se como economizar en el gimnasio. Se que tipos de entrenamiento me funcionan mejor. Ahora ya no entreno más de 15 horas por semana. Ahora con 4-5 horas es suficiente. Puede que esté un poco más pequeño que antes. Pero aun así estoy bien.

Ahora ya no como solo arroz, pollo y claras de huevo. Ahora como bien, sano, variado y con algún capricho que otro. Y estoy más definido. Cuando trabajas con tu cuerpo y no contra él, los resultados llegan de manera fácil.

Ahora ya no tengo que sacrificarme y hacer un esfuerzo muy grande por conseguir algo que me costara la vida conseguir y la muerte mantener.

Tienes que ser la mejor versión de ti mismo, pero siendo tu mismo

Siempre está muy bien tener unos objetivos altos. Luchar por lo que uno quiere y trabajar duro para conseguirlo.  Pero también hay que saber cuando la inversión supera el beneficio.

Yo podría seguir peleándome con mi cuerpo por llevarlo hasta los 80 kilos de puro músculo. Pero lo más a donde lo conseguí llevar fueron a 78 y de puro músculo nada. Y encima, cuando bajaba un poco el ritmo, perdía peso. Con lo que vuelta a empezar

Tantos años con un entrenamiento que no era “mi” entrenamiento me hicieron tener poca fuerza, poca resistencia y poca movilidad. ¿Solución? Cambio de rumbo, entreno diferente, alimentación diferente y mentalidad diferente.

Ya no voy a ser como las revistas quieren que sea. Voy a mejorar mis cualidades físicas. Tengo el porcentaje de grasa más bajo que he tenido nunca. Muevo más peso que he movido nunca, hace poco hice récord de press banca, press militar, prensa, dominadas con lastre… Estoy mejorando mi movilidad y agilidad, que era muy poca. Y también he mejorado en esfuerzos por encima del VO2 máximo y mi umbral de lactato. Y todo esto con casi 40 años. Estoy mejor que con 20.

Un saludo y felices agujetas.

¿Quieres el cuerpo que te mereces?